Cierre de una etapa
Una nueva etapa se cierra. Han sido cuatro años con muchas alegrías pero con alguna pequeña cosa no tan buena.
Se dice pronto cuando piensas que han pasado cuatro años organizando un evento al que han asistido de 200 a 450 asistentes cada año.
No te planteas la cantidad de horas que vas a dedicar hasta que te pones a ello.
¿Cómo empezó?
Todo empezó en 2016 tras un evento del Meetup Frontend Developers Madrid donde se preguntó que opinábamos de montar un evento más grande que un Meetup en sí orientado al frontend. Ya que por aquel entonces no existían eventos con esas características y unos cuantos locos nos juntamos para ver si éramos capaces de llevar algo así a cabo.
Tras varias reuniones empezó la primera edición en Campus Madrid, allá por 2017 tras varios meses como locos sin saber lo que hacíamos muy bien, porque aunque algunos de nosotros habíamos ayudado a organizar algún Meetup; no sabíamos la que se nos venía encima se hizo la primera edición del FrontFest.
Han sido muchos detalles pero algunos a destacar ha sido la necesidad de gestionar muchos de los aspectos relacionados con:
- Proveedores para el catering.
- Proveedores de audiovisuales.
- Patrocinadores.
- Ponentes, su estancia, viajes.
- Reservas por si fallaban los ponentes.
- Impresión de camisetas, rollups, acreditaciones, landyards…
Parece fácil y aunque he sido “organizador” este año no creo que deba colgarme ninguna medalla. Si, he asistido a casi todas las reuniones pero lo que se dice gestionar la web, llamar a proveedores, estar pendiente de las necesidades de los ponentes, el catering o los patrocinadores han sido mis compañeros lo que han hecho el mayor trabajo.
Un cambio de ciudad
Cuando me mudé a Barcelona hace ya más de dos años, me di cuenta que había muchas de esas cosas que había empezado a hacer años atrás para “demostrar mi interés y ser contratable”: WeCodeSign, blog, aprender fuera de horario laboral, organizar OpenSource Weekends y también organizar en FrontFest que estaban saturándome así que empecé a bajar el ritmo.
Quizá el FrontFest por lo mucho que significa ha sido lo último en cerrar una etapa.
Muchas han sido las veces que me he dado cuenta que ese forzarme a ser “bueno” para ser contratado estaba creando unas expectativas en gente que llega nueva al sector, como las Adalabers por mencionar algo que me pilla cerca, mi prima o alguna amistad bastante innecesarias y poco sostenibles en el tiempo. No quiero que seamos un sector que nada más llegar te dice que tienes que hacer X cosas para que las empresas te vean como alguien válido como me pasó a mí cuando empecé hace bien poco.
Así que, el año pasado tras la marcha de uno de los organizadores yo ya no tenía ganas ningunas de seguir, otra persona de la organización también quería dejarlo por ese innecesario estrés que genera organizar eventos así. Cuando dijo que seguiría un último año no pude ni mencionar que yo también lo quería dejar hace tiempo, me parecía totalmente injusto.
¿Cómo se lleva eso de organizar?
Ahora, ya pasado el evento de este año quiero pedir perdón por no haber hecho más. No puedo decir mucho de mí como organizador.
Como en cualquier organización surgen diferencias de opiniones.
Nos reuníamos cada quince días desde septiembre 2-3h y cada lunes desde enero cada edición más todas las horas extras de gestión mandando emails, llamadas de teléfono o mensajes en Slack para gestionar cosas que teníamos a medias esa semana…
Así que tras mucho, mucho esfuerzo hemos acabado algo quemados de tanto trabajo y aunque el sentir de la inmensa mayoría siempre ha sido positivo siempre ha habido alguien criticando. ¿Cómo iba a faltar?
Recibir críticas por traer una charla sobre la importancia de la diversidad o por cualquier otro tema son cosas que duelen y sois precisamente vosotros por los que siguen siendo tan necesarias estas cosas.
Me siento muy orgulloso de cosas que hemos conseguido, diversidad de ponentes en todos los sentidos, preocuparnos por la comida que quieren nuestros asistentes, por traer intérpretes de lenguaje de signos, por generar menos residuos o hacer más por los comercios de proximidad. Año tras año hemos ido aprendiendo de nuestros errores y del feedback que nos han dado.
Cuatro años
Excepto la primera edición he sido quien se ha encargado en todo momento de estar en la puerta pendiente de la gestión de las entradas, cuando todos mis compañeros estaban a otras cosas tanto o más importantes. Y ver a tanta gente venir con emoción al evento y luego salir comentando lo que les ha parecido ha sido estupendo.
Lo que recibes de “La Comunidad™” es asombroso. Los agradecimientos son increíbles, gracias de veras.
No somos profesionales organizadores de eventos, no ganamos dinero con ello porque no creemos que se debiese hacer algo así y pese a todos los tropiezos no puedo sentirme más orgulloso de lo que hemos logrado y del enorme esfuerzo que han hecho mis compañeras y compañeros.
Como no, he ganado un grupo de amistades, gente maravillosa: Noe, Luis de Dios, Luis Calvo, Marina, Vanessa y Juan. Haber estado tantas horas, cuatro años, en el Hangouts, el día del evento a primera hora etc ha conseguido conocerles y puedo decir que jamás pensé que tendría la suerte de tener gente tan guay y preocupada por hacer las cosas así.
No podemos dejar de agradecer desde la organización a GSO Producciones y La Frolita como proveedores por hacérnoslo así de fácil.
Y… ¿qué puedo decir de toda esa gente estupenda que he tenido la suerte de conocer? No puedo nombrar a todos porque sé que me voy a dejar a alguien pero si quiero hacer un pequeño inciso, porque soy humano y haber hecho amistad con Paula ha sido algo muy bonito ❤️.
Esto no es un adiós, es un hasta luego. Nos tomamos un merecido descanso. Aunque para mí, sea el dejar de organizar eventos de tal magnitud de forma definitiva.