Cierre del 2019

Muchas sensaciones me ha traído este 2019, muchas muy agridulces en lo profesional y otras más satisfactorias pero sobre todo un antes y un después en lo profesional, un mal paso hacia el vacío del que parece que no vas a salir y que, de repente, trae mejoras que no esperabas.

¡El despido!

Este 2019 ha sido bastante raro, empezaba en mayo, cuando, tras aproximadamente un año y casi medio después llegaba mi manager y me avisa que me despiden de PlainConcepts. No encajaba en el equipo y he tardado en adaptarme a aprender frontend y backend como ellos esperaban (soy de esos lentos en aprender las cosas supongo, y no es algo que ponga en su boca, es algo que siempre he sentido, que tardo en aprender aunque luego lo hago bastante bien).

A buscar trabajo

Así pues, estaba sin curro, yo, una persona con el síndrome del impostor del tamaño del mayor rascacielos jamás construido. ¿Qué le iba a hacer? Pues obviamente nada, así que a buscar se dijo. Momento en el que me planteé buscar en Londres, Amsterdam, Berlín o París de nuevo, como ya había hecho antes de venirme a vivir a Barcelona.

Ahora tocaba intentar algo grande, buscar una de esas empresas de ensueño con las que, desde abajo, en las todos deseamos trabajar. Mozilla, WeTransfer, la BBC, The Guardian, IBM (concretamente para Carbon, el design system) o Spotify… una vez descartadas las empresas americanas decidí centrarme en 2-3 por vez, para que no me pasase como antes de venirme a Barcelona y que se me acumulasen 7 procesos de selección a la vez, ya que es un auténtico estrés y me satura mentalmente. Venga Ignacio, si el no ya lo tienes, sabes que no vas a encontrar nada así me decía, pero al menos mi intención era aprender que es el tipo de procesos de selección que existen en grandes empresas, algo ganaría seguro.

Mandé mi CV a Spotify y tras un desastroso test psicológico me descartaron “porque estaba en la media de lo que les enviaban y buscaban la excelencia”. Bueno, al fin y al cabo soy friolero y Estocolmo no iba a ser bueno para mi. Ahora tocaba King Games, había visto que buscaban Frontends con algún conocimiento en React. Así que como conocía de Twitter a Dani de la Cruz y había sido el a quien había visto compartir la oferta me decidí a escribirle, tuvimos una llamada de casi 1h donde le pregunté mis dudas y finalmente mandé el CV. Ahora iba a ser difícil y frustrante a la vez.

Procesos interminables

¿Cuánto puede durar un proceso de selección en el que haces todo y justo en el último momento te dicen que eres junior y que buscan alguien más senior? Eso es lo que no sabía. Una primera entrevista con el recruiter de una hora. ¡Les había gustado! ¿Qué tocaría ahora? Una entrevista de tres partes, una de algoritmia en JavaScript, una de conocimientos básicos de JavaScript y mi fuerte (llevaba tres años y medio de maquetador), una última parte para demostrar mis conocimientos de como adaptar un diseño a código. Todo ello explicándoles los por que de viva voz. ¡Dos seniors entrevistándome! Estaba como un flan. Pese a que fue horriblemente mal la parte de algoritmia, había pasado, prueba de código, ¡también les había gustado! Estaba que no cabía en mi, no me lo creía. Ahora tocaba una entrevista para explicar mis decisiones… Siguiente paso. ¡Qué maravilla, iba bien todo! Así llego a la última fase, una mañana con tres entrevistas, una con un QA y un Agile Coach (si no recuerdo mal), luego con el que sería mi manager y por último con el CTO. Les había gustado también. Tras casi TRES MESES de entrevistas ya casi lo tenía. ¡Para! ¡No vayas tan rápido Ignacio, no iba a ser todo tan fácil! Me llaman y me dicen que soy muy Junior. TRES MESES, cinco pruebas y pese a ponerlo en mi CV ¡ERA MUY JUNIOR! La gente no se hace idea del cabreo y el mal humor que le pone a uno. Dímelo en la primera entrevista y nos ahorramos horas de tiempo.

Así que tocaba seguir buscando, tras dos tres procesos de selección (el más positivo aunque era muy junior mis felicitaciones para la gente de WeTransfer por la transparencia en todo momento) decidí mandar mi CV donde trabajaba alguien de quien había aprendido mucho, Hugo Giraudel. Tras a penas dos semanas y media de proceso… ¡estaba dentro! ¿Yo en N26? Si, así era… aún no me lo creo.

Hace menos de diez días que he pasado el periodo de prueba donde me han dado mucho feedback de mejora (y para que mentir, me he asustado bastante). He de mejorar mi base de JavaScript, conocimientos de React, mejores Pull Requests o mi capacidad expresiva en inglés. Pero esto lo dejo para 2020 que ya tengo un plan de actuación.

Tras todos estos procesos hice un breve resumen en un hilo de Twitter por si le sirve a alguien.

Burnout y el cultivo de patatas

He de decir que en estos tres años y medio he estado varias veces al punto de dejarlo todo e irme a cultivar patatas o cualquier otra cosa… Me he quemado muy mucho. La gente, salvo mi madre y amigos más cercanos no se hace una idea de la mierda que supone “tener que demostrar” que vales algo para ser contratable. Tres años y medio de horas y horas de autoexplotación (no se llamarlo de otro modo), para intentar saber lo suficiente como para que no te de ansiedad solo de pensar que tienes que mandar un CV a una empresa “con lo poco que sabes”. Horas y horas tras el trabajo yendo a eventos, ayudando (mínimamente porque el mérito lo tiene mis compañeras/os) a montar el FrontFest.es y esta es la cuarta edición (se dice pronto), a dar charlas, a leer, ver y escuchar mil y un recursos para que viesen que me esforzaba y valía la pena como posible candidato.

Hobbies y nuevas amistades

Así que una vez entré en N26 decidí tomarme unos meses de descanso, al menos de manera indefinida. Para ello me centré en buscar amigos, porque si, conocidos muchos pero estando solo en Barcelona sin conocer a nadie con quien poder quedar de vez en cuando también te toca hacer amigos. Me apunté a mil actividades hasta que he descubierto dos grandes hobbies, cocinar, me he apuntado a algún monográfico, a un par de cursos de cinco sesiones y ahora estoy haciendo un curso cada sábado por la mañana de 9:00h a 14:00h hasta final de mayo y de vez en cuando subo para dar la tabarra a Twitter lo que hago y… Shibari, algo que empecé hace 4-5 meses. Si amigas, ahora ato gente.

Merecidas vacaciones

Al fin, y ya de vacaciones tras leer a Elena me he animado a hacer un cierre de año. No me creo que hayan pasado tantas cosas, he conocido a gente increíble por el camino (Paula, Sofía, Laura, Cristian y Judit), estoy en el equipo de desarrollo (el departamento web) más diverso en el que creo que vaya estar nunca y tengo la enorme suerte pese al miedo que me da el feedback a estar en una empresa en la que estoy muy agusto. En lo pesonal he descubierto un nuevo hobby y estoy creciendo como “Chef amateur”. Mis riñones sigue estables aunque hay alguna pruebecilla pendiente y por fin después de muchos años, siendo que merezco el trabajo que tengo y soy feliz con el tipo de vida que tengo.

Lleva a la parte superior de la página.